sábado, 14 de marzo de 2009

Hay amores que se vuelven resistentes a los daños, como el vino que mejora con los años, así crece lo que siento yo por ti. Hay amores que se esperan al invierno y florecen, y en las noches de otoño reverdecen, tal como el amor que siento yo por ti. No te olvides del mar, que en las noches me ha visto llorar tantos recuerdos de ti. No te olvides del día que se paró en tu vida, de la pobre vida que me tocó vivir.

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