viernes, 31 de octubre de 2008

Te conseguí la luz del sol a medianoche y el número después del infinito, e instalé la Osa Mayor en tu diadema, y tú seguías ahí como si nada. Endulcé el agua del mar para tu sed, te alquilé un cuarto menguante de la luna, y como buen perdedor busqué en la cama las cosas que el amor no resolvía. Y cómo duele que estés tan lejos, durmiendo aquí en la misma cama, cómo duele tanta distancia, aunque te escucho respirar y estás a cientos de kilómetros. Y duele quererte tanto, fingir que todo está perfecto mientras duele, gastar la vida tratando de localizar lo que hace tiempo se perdió. Acabé con los jardines por tus flores, inventé la alquimia contra la utopía, y he llegado a confundir con la ternura, la lástima con que a veces me miras. Que triste es asumir el sufrimiento, patético es creer que una mentira, convoque a los duendes del milagro, que te hagan despertar enamorado. Cómo duele que estés tan lejos, durmiendo aquí en la misma cama, cómo duele tanta distancia, aunque te escucho respirar y estás a cientos de kilómetros. Y duele quererte tanto, fingir que todo está perfecto mientras duele gastar la vida tratando de localizar lo que hace tiempo se perdió.

Hay un lugar al que me voy cuando estoy triste, es un lugar dentro de mí que nunca viste. Me lo invente para sentir que me quisiste, es un lugar al que me voy cuando estoy triste. Y si te vas, también me voy, y si no estas, tampoco estoy, y nada importa, nada sirve, nada vale, nada queda, sin tu amor. Un laberinto sin final, donde me pierdo. Y corro y corro sin parar y no te encuentro, y aunque de vos quiera escapar siempre me acuerdo, que existe en mi algún lugar, donde te tengo. Y si te vas, también me voy, y si no estas, tampoco estoy, y nada importa nada sirve, nada vale, nada queda, sin tu amor.


HALLOWEEN