lunes, 1 de diciembre de 2008

Te aprovechaste de mi debilidad que era verme llorar, me utilizaste una y otra vez y no te voy a perdonar, aunque me duela. Porque tu no eres el único hombre que existe en este mundo, habrá uno que llegue y me ame hasta mejor que tu, no imaginas el dolor que yo en mi pecho estoy sintiendo, al saber que todo el tiempo me estuviste mintiendo. Ahora márchate, no me digas nada, porque ya no confío en tus palabras, aquellas noches de amor que tu me diste, eran falsas porque lo hiciste, aun te amo pero también te odio, pues destruiste los sueños que teníamos, si te perdono no vas a respetarme, por eso mismo tienes que marcharte.

Tengo tres oficinas y un piso en new york, tengo tanto que no tengo nada, tengo varias razones para tener razon, de que no hay peor razon que el olvido. Tengo intacto al niño que fui, tengo ganas de anclar y otras tantas de huir a un sitio perdido. Tengo ganas de no tener ganas, de comprarme un boleto de regreso al ayer. Y entre tanto que tengo, no encuentro razon suficiente para olvidarme de ti. De tu mano pequeña diciendome adios esa tarde de lluvia en san juan, de los besos que llevo conmigo que son solo tuyos y nunca te di, por andar ocupado en el cielo me olvide que en el suelo se vive mejor. Mi boricua, mi india, mi amor. Mi asignatura pendiente.
Ella le pidió que la llevara al fin de mundo, él puso a su nombre todas las olas del mar. Se miraron un segundo como dos desconocidos. Todas las ciudades eran pocas a sus ojos. Ella quiso barcos y él no supo qué pescar. Y al final números rojos en la cueva del olvido... Mucho, mucho ruido, tanto, tanto ruido, tanto ruido y al final, por fin el fin. Tanto ruido y al final...

Ya te escuché mucho, ahora escuchame vos a mí. Yo también probé, yo también estuve con otros flacos, pero decime una vez que yo te haya hecho sufrir a vos. ¿Lloraste por mi alguna vez? NO. Eso fue porque te cuide. Lo primero que sentí cuando los vi, los escuché, fue un gran dolor. Sentí que te perdía para siempre. ¿Y sabes qué bonito? Esta pendeja tiene mucha más calle que vos y que ella juntos. Me di cuenta que yo no perdí nada. Vos perdiste, cuando una persona que te quiere, te lastima, es como si el médico que debería curarte en realidad te enfermara. Perdés la confianza para siempre, perdés el respeto, y tarde o temprano, el amor. Hay cosas que se pierden y las encontras; hay cosas que una vez que las perdiste, las perdiste para siempre. Yo perdí muchas cosas en mi vida, una oficina de objetos perdidos llena tengo. Estás empezando a perder, primero me perdiste a mí, ahora vas a perder la ilusión, cuando esta flaca que no es una pendeja, se aburra del pendejo y te deje en banda. Recién ahí te vas a dar cuenta de lo que perdiste y de lo que nunca vas a recuperar.