martes, 20 de enero de 2009

Estoy aquí queriéndote, ahogándome, entre fotos y cuadernos, entre cosas y recuerdos que no puedo comprender. Estoy enloqueciéndome, cambiándome un pie por la cara mía, esta noche por el día, ay que nada le puedo yo hacer.

¿Para qué corro a buscar el celular cuando llega un mensaje si sé que no va a ser él?,

La sonrisa es para la buenaventura, y la lágrima para acordarnos que la vida no es eterna.