miércoles, 18 de marzo de 2009

Incluso en estos tiempos, veloces como un cadillac sin frenos, todos los días tienen un minuto en que cierro los ojos y disfruto echándote de menos. Incluso en estos tiempos, en los que soy feliz de otra manera, todos los días tienen ese instante en que me jugaría la primavera por tenerte delante.

Quédate conmigo, yó sé que tú me amas. Vuelve a mí, te pido, no escapes sin sentido. Sé que el tiempo irá borrando heridas del ayer. Enterrémos el pasado de una buena vez, porque sé que no me has olvidado, lo veo en tu mirada. Yó sin tí, me he quedado en la nada. Yó quiero que te quedes junto a mí.
Honestidad es una palabra tan solitaria. Todos son tan falsos. La honestidad apenas se escucha alguna vez, y sobre todo es lo qué necesito de ti.

El agua apaga el fuego, y al ardor los años. Amor se llama el juego, en el que un par de ciegos, juegan a hacerse daño. Y cada vez peor, y cada vez más rotos, y cada vez más tu, y cada vez más yo. Sin rastro de nosotros.