jueves, 20 de noviembre de 2008

Porque puesto a confesarte aún le tengo miedo a tenerte delante. Porque en cuanto me descuido, me atropella algún recuerdo en el pasillo. Porque no puedo negarte que te quise sin querer y más que a nadie. Porque mi doctor previno que para este corazón estás prohibido.

No hay comentarios: